martes, 1 de mayo de 2018

t3

Fraude científico

El Hombre de Piltdown, un basto «eslabón perdido»: 

Todo comenzó 1912 cuando en Sussex situado en Inglaterra aparecieron unos restos de un supuesto cráneo humano y una mandíbula, que parecían corresponder a una especie todavía desconocida. Se llegó a decir que era el eslabón perdido entre el hombre y el mono.
Después resulto ser una falsificación formada por una mandíbula de orangután, un cráneo humano medieval y algunos dientes de chimpancé.
Lo mejor de todo era que se había cuidado a detalle la presentación ya que por ejemplo los dientes habían sido limados y envejecidos en una solución.
Parece que la idea partío de Charles Dawson, medico y paleoantropólogo aficionado, aunque también se sospecha de otros autores.

En las lecturas se habla de errores y de retirada de artículos, de no publicar los datos negativos de una investigación o simplemente de no publicar absolutamente todos los resultados como hablabamos en clase.....pueden ser en mayor o menor medida pero todo ello contribuye al fraude. Sin embargo este ejemplo que he encontrado creo que es con creces una mala práctica porque nos engaña totalmente con una finalidad probablemente publicitaría hacia esa persona o con intenciones de hacerse famosa.

1 comentario:

  1. Un clásico el hombre de Pitdown. La historia tiene una moraleja curiosa, cuando todo el mundo busca algo (como el famoso "eslabón perdido") está dispuesto a aceptar lo que sea, incluso una falsificación bastante burda.

    ResponderEliminar